Son tiempos oscuros. De reclusión, preocupación y problemas, en mayor o menor medida, para todos. Tiempos duros. Sobre todo para la gente enferma o con seres queridos enfermos o fallecidos. Pero también para toda esa gente que está pasando por todo esto sola y que, imagino, esté sintiendo una profunda sensación de soledad y aislamiento.

Cuatro paredes que pueden parecer, por momentos, una cárcel o un pozo oscuro del que nunca se va a salir. Pero no olvidemos que también son un refugio para nosotros mismos y, para los que tenemos esa suerte, un lugar donde compartir momentos con parte de la gente que más queremos.

Aprendamos que la vida se puede vivir de muchas maneras diferentes y que hay que adaptarse y disfrutar de ella sea como sea. Con sus luces y sus sombras.

Inspirado por esta idea, he realizado esta serie de ilustraciones minimalistas, en las que pretendo reperesentar, como la luz consigue colarse entre las sombras. Porque siempre que hay sombras, significa que también hay luz. O lo que viene a ser lo mismo, una esperanza.

Si os han gustado y queréis imprimirlos, compartirlos o lo que sea, al final del post os dejo en un enlace todos los archivos en formato png y tamaño A3.