Ventanas por las que ya nadie mira y a las que ya nadie ve. Solitarias. Perdidas en fachadas que vivieron tiempos mejores. Rodeadas de muros y encerrando poco más que humedad, polvo y recuerdos. Interiores sin luz. Aire estancado. Silencio y olvido.
Si te ha gustado este proyecto, puedes compartirlo en: